El análisis básico es un procedimiento fundamental antes de cualquier revisión médica o diagnóstico sistémico. Para realizar el análisis es necesario realizar una extracción de sangre y proporcionar una muestra de orina. La muestra de heces puede evitarse si se opta por procedimientos alternativos que permitan el mismo diagnóstico.
En un análisis básico, obtenemos los siguientes datos:
• hemograma (Hematología): glóbulos rojos, blanco, hemoglobina y fórmula de leucocitos. Prevención y detección de anemia e infecciones.
• Glucosa (nivel de azúcar en la sangre). Prevención y diagnóstico de la diabetes.
• Función renal. Los valores de urea y creatinina nos guían sobre el correcto funcionamiento del riñón. Un mal funcionamiento puede causar insuficiencia renal.
• Ácido úrico. Prevención de los ataques de caída, o, a largo plazo, la formación de tofus mixtos
• Perfil lipídico: colesterol total, HDL, LDL, triglicéridos. Control del riesgo cardiovascular.
• Control hepático: Got, GPT, GGT, fosfatasas alcalinas ayudan a medir el funcionamiento del hígado y la rozadura.
• Ionograma. Los iones principales en la sangre (sodio, potasio, cloro) son útiles en la prevención de la osteomuscular. El equilibrio del electrólito es también un indicador del funcionamiento apropiado del cuerpo.
• Hierro. El siderèmia (nivel de hierro en la sangre) permite evaluar el grado de anemia ferropénica.
• Hormonas tiroideas. Una alteración de la función tiroidea tiene implicación multisistèmica.
• Marcadores tumorales (PSA, CEA). Prevención y diagnóstico precoz de enfermedades tumorales.
• Orina. Vamos a medir el sedimento en la orina. Le ayuda a diagnosticar la diabetes y las enfermedades del tracto urinario o del riñón.
• Heces. Determinación de las células sanguíneas en muestras de heces. Diagnóstico de sangrado digestivo y detección de pólipos y tumores en el intestino. Alternativamente, usted puede hacer la prueba de septina 9, que le permite pasar por alto las heces.