El radiólogo tiene un papel fundamental en el diagnóstico, orientación, tratamiento y seguimiento de la patología mamaria. También cuenta con una amplia formación y experiencia en ultrasonido general. Sabemos que el cáncer de mama es uno de los tumores más comunes de la mujer y el éxito del tratamiento dependerá críticamente de la realización de un diagnóstico precoz, es más, el más pequeño es el tumor, más alto será la tasa de curación que lograremos. Es en este punto donde el radiólogo juega un papel importante, ya que: • dará un paso activo en las campañas de cribado o prevención del cáncer de mama en mujeres sanas, interpretando mamografías, o cuando todavía no tenga una palpación anormal, para detectar tumores pequeños en etapas tempranas. La detección de tumores de este tipo nos ha permitido disminuir la tasa de mortalidad por cáncer de mama y mejorar la calidad de vida de estos pacientes a través de la aplicación de tratamientos menos agresivos, y han salvado muchas mastectomías y limfadenectomies las axilas Lars. • Trabajamos con diferentes métodos de imagen (mamografía, ultrasonido, resonancia, etc.) con el fin de estudiar a mujeres de diferentes edades, diferentes factores de riesgo y situación clínica, con el fin de descartar o confirmar un posible cáncer de mama. • El desarrollo y la experiencia obtenida en el área del intervencionismo mamario nos permite la práctica de pinchazos bajo anestesia local y a través de la piel, y confirmar la naturaleza histológica de una lesión mamaria sin necesidad de pasar por debajo del cuchillo. Esto permitirá que un equipo multidisciplinario pueda elegir el mejor tratamiento para el paciente y que el paciente pueda participar en el proceso de toma de decisiones. • El monitoreo de las mujeres ya diagnosticadas y tratadas para el cáncer de mama, con el objetivo de evaluar la efectividad de ciertos tratamientos o detectar una posible recurrencia tumoral lo antes posible, es una de las tareas del radiólogo.