La psicología clínica adulta es responsable de la prevención, evaluación, diagnóstico y tratamiento de cualquiera de los trastornos que afectan la salud mental y el comportamiento adaptativo y que pueden crear malestar y sufrimiento a la persona. El psicólogo clínico evaluará y diagnosticará los síntomas psicopatológicos que le presentan la persona para ayudarla a encontrar una respuesta adaptada a sus necesidades tanto personales como familiares, sociales. Los trastornos más comunes y los problemas psicológicos de la población y de la atención especializada son: trastornos del estado de la mente, como los diferentes tipos de depresión, y el desorden bipolar. Los trastornos de ansiedad, que se expresan en forma de ansiedad generalizada, fobias, trastorno de pánico con o sin agorafobia, trastorno obsesivo-compulsivo, desorden de estrés post-traumático, hipocondria, entre otros. Problemas de relación. Trastornos sexuales. Desorden del sueño, desorden alimenticio, dependencia de la droga y otros tipos de adicciones. Y sin ser considerado un desorden psicológico, cualquier tipo de conducta o expresión que genere malestar a la persona y pueda dificultar el desarrollo de su vida cotidiana, como la baja autoestima, la falta de destrezas sociales, inseguridad, dificultad para tomar decisiones, dificultades de relación, dolor y cambios de vida, entre otros.