Cuando hablamos de preservación de la fertilidad nos referimos a las técnicas de reproducción asistida (tra) que le permiten preservar congelados tanto los gametos masculinos (espermatozoides), como lo son las hembras (ovocitos) con el tiempo sin que éstas sufran daños irreversibles durante su preservación. Estos gametos serán adecuados para su uso en el momento de la descongelación.
La criopreservación de esperma (congelación de semen) se introdujo en 1960 y actualmente es una técnica ampliamente aplicada en los laboratorios de reproducción humana asistida.
Sin embargo, el desarrollo de una técnica de criopreservación de ovocitos ha sido posterior y hasta la última década no ha logrado congelar y descongelar los gametos femeninos (ovocitos) con una alta eficiencia. Con el advenimiento de la vitrificación (técnica de congelación) se obtiene un índice de supervivencia cercano al 100% de los ovocitos congelados y actualmente es la técnica de criopreservación más utilizada para ovocitos o embriones.
Hay diferentes razones por las que una mujer puede apelar contra las técnicas de reproducción asistida para preservar su fertilidad.
La preservación de la indicación médica de la fertilidad ha significado un avance para los pacientes del cáncer que tienen que someterse a tratamientos que puedan comprometer su fertilidad, tal como radioterapia, quimioterapia o cirugía radical del útero y Ovarios.
Por otra parte, la utilización de las técnicas de preservación de la fertilidad en las mujeres por motivos sociales como forma de postergar la maternidad no es tan ampliamente aceptada y presenta una mayor controversia en el plano social. La preservación de la fertilidad con el fin de minimizar los efectos negativos de la edad de la mujer, implica el uso de técnicas a las mujeres que actualmente no tienen problemas de fertilidad, pero que desean retrasar la maternidad por razones personal o profesional (educación, carrera profesional, falta de pareja, falta de estabilidad económica, etc.)
La preservación de la fertilidad social, de la misma manera que el uso de la anticoncepción, ha significado un avance para las mujeres, dándole mayor libertad para decidir sobre el tiempo de la maternidad. Es muy importante estar bien informado de la probabilidad de éxito en todo tipo de tratamientos, que naturalmente disminuyen con la edad.
Aunque en muchos casos esta técnica le permite retrasar la maternidad hasta el momento deseado, congelar ovocitos no garantiza el embarazo de 100%. Las mujeres deben ser conscientes de que incluso con esta técnica las mayores posibilidades de tener hijos permanecen de una manera natural antes de 35 años. Esta edad parece ser conveniente para la preservación de la fertilidad (a partir de 35 años las probabilidades del embarazo comienzan naturalmente a perder así que marcada). En el caso de la historia familiar (madre o hermana) de la menopausia temprana se aconseja la consulta temprana para evaluar la preservación de la fertilidad.
La decisión de preservar la fertilidad es muy importante y requiere un asesoramiento especializado. Puedes contactar con nosotros y asesorarte en el centro procreate (Reus) o en el centro médico Rambla Nova (Tarragona).
Bibliografía básica
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