
A partir de los 80 años el sarcopenia se define como la pérdida de masa y el poder muscular que ocurre con el paso de los años.
La masa muscular disminuye gradualmente entre 3-8% cada 10 años a partir de la edad de 30 años, acelerando desde el 60. Afecta a un 55-60% de los hombres y al 45% de las mujeres en más de 75 años.
Todo esto contribuye a la discapacidad y a la pérdida de la independencia de los abuelos. Además, aumenta el riesgo de caídas y fracturas con hospitalización y complicaciones que son la sexta causa de muerte en personas mayores de 65 años. También afecta a un aumento progresivo del tejido graso con un aumento de los factores de riesgo cardiovasculares como la HTA y la diabetes.
Causas de sarcopenia
- Factores genéticos
- Los factores del sistema nervioso central: a lo largo de los años perderán las unidades motoras de la médula espinal y le dará atrofia muscular.
- Factores musculares: disminuye la fuerza de las fibras musculares y reduce el número de células musculares.
- Déficit hormonal para disminuir en las hormonas sexuales, la testosterona y el estrógeno y la deficiencia de la hormona de crecimiento.
- Pérdida de peso: los ancianos en peso a expensas de la masa muscular.
- Estilo de vida: falta de actividad física y sedentarismo.
La diagnosis de sarcopenia no es fácil, puesto que no hay medios en la población sana.
Se utilizaron tres criterios que deben cumplirse número 1 mes 2 o 3 para obtener el diagnóstico:
- Masa muscular baja.
- Menos fuerza muscular.
- Menor rendimiento físico.
Tratamiento de sarcopenia
No hay tratamiento específico de sarcopenia.
Se han estudiado tratamientos hormonales con estrógeno, también con hormona de crecimiento, tratamientos nutricionales con dietas ricas en proteínas, ejercicio con resistencia e incluso tratamientos para influir en el sistema inmunológico. Pero ninguno de ellos es bastante eficaz para hacer el mejor tratamiento es la prevención.
Prevención de sarcopenia
Mantenga una actividad física y especialmente el ejercicio para fortalecer los músculos ha demostrado que es posible retrasar o prevenir la sarcopenia.
Hacer este tipo de ejercicios dos o tres veces a la semana ha mostrado beneficios significativos en cerca de dos o tres meses de tratamiento, incluso en personas de más de 90 años. Aumenta la capacidad de caminar, subir escaleras y sobre todo contribuye a la continuidad de la independencia física.