La obesidad y la diabetes tipo 2 (DM2) representan una grave amenaza para la salud de la población mundial.
El grupo internacional que trabaja en la obesidad (IOTF) y la Organización Mundial de la salud (OMS) han definido laobesidad como la epidemia del siglo XXI por las dimensiones adquiridas a lo largo de las últimas décadas, su impacto en el morbimortalitat, el calidad de vida y gasto en atención de salud. Causa o empeora una serie de problemas relacionados con la salud: diabetes, cardiopatía coronaria, hipertensión y ciertos tumores. Se asocia con un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular, mayor prevalencia de alteraciones psicopatológicas y disminución de la expectativa de vida.
Laobesidad es una enfermedad que suele comenzar en la niñez y la adolescencia, y que tiene su origen en una interacción genética y medioambiental, siendo la más importante la parte medioambiental o conductual. Los cambios en el estilo de vida hacia una vida más sedentaria y el consumo de alimentos de comida rápida conducen a un desequilibrio entre el consumo y el gasto energético. Se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa corporal y se manifiesta por un exceso de peso corporal y volumen.
La obesidad en la niñez, especialmente en la segunda década de vida, es un potente predictor de la obesidad en adultos. Ahora, con el aumento en el número de niños que son recientemente diagnosticados con el tipo 2 DM-2 relacionado con la obesidad, al mismo tiempo aumenta la incidencia de casos de síndrome metabólico, que es una condición compleja ligada a la obesidad con características clínicas que incluyen resistencia a la insulina, dislipidemia e hipertensión. La Asociación de la visión del síndrome metabólico con el riesgo creciente de enfermedad cardiovascular, que es un recurso pasado, responsable de la mayoría de los casos de la muerte por DM-2. Esta escala se debe al aumento de las tasas de obesidad infantil, desde que hasta hace poco el DM-2 se consideraba una enfermedad de la adultez.
En España la prevalencia del sobrepeso está aumentando significativamente en los últimos años y actualmente alcanza aproximadamente el 26,3% de la población entre los 2 y 24 años, al 54,7% de la población entre 25 y 64 años, y el 35% de la población a 65 años.
Las muchas complicaciones de la obesidad revisadas en la sección anterior muestran que tiene importantes repercusiones para la salud y, por lo tanto, se debe considerar una enfermedad susceptible al tratamiento. Aunque hoy en día no hay tratamiento curativo para la obesidad, existe una fuerte evidencia científica de que las reducciones de peso, incluso moderadas, se asocian con beneficios significativos en términos de salud y calidad de vida, y pueden ayudarle no sólo a monitorear las enfermedades que empeoran con la obesidad, pero también para disminuir la probabilidad de desarrollar estas enfermedades en los individuos con sobrepeso o obesidad.