Alrededor del 15% de las parejas tienen problemas reproductivos. En España unas 800.000 parejas sufren de esterilidad. Uno de los tratamientos más comunes para resolver estos problemas es la fecundación in vitro, en la que los ovocitos de la mujer se fertilizan con los espermatozoides de su pareja en el laboratorio ("in vitro"), para formar embriones que se depositan, posteriormente, en la cavidad el útero. El método "tradicional" para inseminar los ovocitos es el ICSI maternal: inyección intracitoplasmática de espermatozoides, que selecciona un espermatozoide para introducirlo con una micro-aguja, dentro del citoplasma.
Una nueva técnica de fecundación in vitro, la IMSI (inyección intracitoplasmática de espermatozoides morfológicamente seleccionados) nos permite mejorar la selección de los espermatozoides por su morfología y aumentar las tasas de embarazo.
¿Qué es IMSI?
Para poder seleccionar el mejor esperma para su forma, necesitará un microscopio de alta amplificación para esta técnica, que nos permite visualizar el esperma a 16.000 aumentos (40 veces más que el ICSI: 200-400 aumentos). Esta gran diferencia en la magnificación permite la detección de anomalías espermáticas que no se observan a 400 x aumento. De esta manera, podemos seleccionar el esperma completamente normal.
¿Qué mejoras se obtienen con el IMSI?
Cuando observamos el IMSI aumenta la posibilidad de que los embriones se desarrollen normalmente y, por lo tanto, aumentamos las probabilidades de embarazo. Además, en el caso de IMSI, la tasa de abortos se reduce a la mitad.
¿qué pacientes pueden beneficiarse del IMSI?
En principio, todos los pacientes pueden beneficiarse de esta técnica, pero en particular los pacientes que presentan un alto porcentaje de anomalías morfológicas en el esperma, las fallas de fertilización in vitro con ICSI y los pacientes que han tenido un aborto porque no se sabe.