En este sentido, María Teresa Prieto, doctora especialista en nutrición, con visita en el Centre Médico Rambla Nova, de Tarragona, destaca que la aparición en el mercado de las leches vegetales supuso el inicio de las falsas informaciones sobre la leche de origen animal. «Empezaron a afirmarse de forma taxativa cosas como que la leche es mala y esto no es cierto. Al revés. La ingesta de la leche y sus derivados es necesaria para la buena salud de la población».
La leche engorda?, ¿si se padece colesterol, se tiene que dejar de tomar?, ¿provoca asma?, ¿y diabetes tipo 2?... Para rebatir algunas de las fake news que se lanzan sin fundamento científico, la ALLIC ha puesto al alcance de los consumidores La Bona Llet, que se puede encontrar en pdf en Labonallet.cat. Se trata de un juego de cartas que responde a algunas de las aseveraciones más frecuentes y al que la doctora Prieto se ha prestado a jugar. A continuación presentamos sus respuestas, que coinciden con las de los investigadores que han elaborado la propuesta lúdica.
La leche es fundamental
La leche y sus derivados, que son yogures y quesos, es buena para el organismo en general. La recomendación para la población en general son dos raciones al dia. Para tener una idea, un vaso de leche equivale a dos yogures y en cuanto a queso, serían unos 60 gramos. Si es fresco, un poco más de peso y si es seco, un poco menos. Asimismo, no se recomienda light, sino desnatada. En este sentido, Prieto destaca cómo la industria alimentaria ha conseguido lácteos desnatados cremosos y exquisitos.
Más mucosidad y asma
No tiene ninguna relación con el asma, que es una afección producida por la capacidad respiratoria. Por lo que respecta a la musosidad, los expertos de ‘La bona llet’, descartan la relación leche-mocos. María Teresa Prieto, por su parte, comenta que es un tema que ha sido muy discutido. «En todo caso, si se produjera, tampoco es negativo, ya que los mocos no son malos. Nos salvan de las infecciones. Están pensados para eliminar gérmenes que de otro modo hubieran entrado en nuestro organismo», señala.
¿Puede provocar diabetes 2?
Nunca. Porque la diabetes tipo II, frecuentemente en obesos, es el aumento de azúcar en sangre, ya que no puede entrar en la célula. La grasa tapa los receptores y daña los pequeños vasos, las arterias pequeñas. Por tanto, en lugar de evitar los lácteos, lo que deben hacer estos pacientes es consumirlos sin azúcares añadidos. Es más, los científicos que hay tras el juego ‘La bona llet’, defienden que los estudios muestran precisamente que su consumo se asocia a un menor riesgo de sufrir la patología.
Somos los únicos que la tomamos tras la lactancia
Los humanos tomamos leche de vaca, de cabra y de oveja. Pero es que los animales, los perros y los gatos, si pudieran muñir también beberían. La prueba está en que si les pones un cuenco con leche, se la beben, ya que la consideran un producto alimentario. Nosotros, como somos inteligentes, también somos capaces de tener una casa, hacemos muebles, vamos vestidos y tenemos trabajos intelectuales. Del mismo modo, somos capaces de ordeñar a otros animales.
Intolerancia a la lactosa
La lactosa es el principal azúcar (o carbohidrato) de origen natural que hay en la leche y los productos lácteos. Cuando un paciente no la tolera, debe consumir productos sin lactosa. Esta intolerancia puede padecerse durante una época determinada, bien porque se ha pasado una gastroenteritis o porque se llega de viaje de otro país, por ejemplo. En estos casos, cuando cuesta digerirla, con una dieta correcta o unos probióticos, pasados unos días se puede volver a tomar leche. Las intolerancias se curan.
Alergias alimentarias
Los lácteos no son responsables de la mayoría de alergias alimentarias, señala María Teresa Prieto. Y recuerda que se debe tener en cuenta que la población alérgica, que suele ser a nivel infantil, es un tanto por ciento muy pequeño, un 2 o un 3%. Una alergia significa que no se es capaz de digerir la proteína de la leche y esto es de por vida. Tal como comentan los especialistas del juego de ‘La bona llet’, «el mito es sobredimensionar el diagnóstico, basándonos fundamentalmente en la percepción y el autodiagnóstico».
¿Qué pasa con el colesterol?
Si el paciente sufre de colesterol, ocurre lo mismo que en el caso de la diabetes tipo 2. El colesterol malo o LDL sube cuando se consumen productos de origen animal grasos con lo cual, si bien a la carne de ternera, de pollo o de cerdo no se le puede quitar la grasa, a los lácteos, sí. Es decir, el paciente nunca debe dejar de consumir lácteos, sino que lo que debe hacer es escoger los desnatados de entre todos los que contienen los lineales del supermercado. No se suprime la leche, sino la grasa de origen animal.
¿La leche engorda?
La mejor proteína del mundo, la de alto valor biológico, es la del lácteo. Por ese motivo, los polvos que consumen muchos deportistas para muscular son proteína de leche, pero desecada, sin agua. Entonces, ¿el vaso de leche se quita de las dietas? No. Al contrario. Muchas veces aumentamos la cantidad de lácteos para que la persona mantenga la masa muscular. Además, la leche no tiene azúcar añadida. Contiene su azúcar, que es la galactosa, que no es perjudicial. Otra cosa es el azúcar que se le pone en el café con leche.