La tuberculosis es una enfermedad infecciosa producida por el bacilo Koch-infectar o Mycobacterium tuberculosis. Puede afectar a varios órganos, pero en un porcentaje muy alto afecta a los pulmones.
Es una enfermedad notificable. La incidencia de la enfermedad ha aumentado considerablemente en todo el mundo, y España es uno de los países con mayor incidencia.
Aunque puede afectar a toda la población, tiene especial énfasis en estos grupos de riesgo:
niños
• pacientes ancianos,
• pacientes inmunosuprimidos (VIH)
• pacientes con enfermedades concomitantes como la diabetes,
• pacientes en tratamiento de quimioterapia.
Se propaga principalmente a través de gotitas que se expulsan cuando tossim o esternudem, que está presente en el bacilo de Koch.
Síntomas
En las etapas iniciales, la enfermedad puede no presentar ningún síntoma.
En etapas más avanzadas puede mostrar diferentes síntomas dependiendo de los órganos afectados, pero en su mayor parte se puede dar: tos, fiebre, dolor en el pecho, pérdida de peso, escupir sangre y astenia o fatiga.
Diagnóstico
En caso de sospecha, la primera cosa que usted debe hacer es una radiografía del pecho o una CT del pecho. El diagnóstico final se realizará aislando el bacilo de Koch en un cultivo del esputo.
En algunos casos, cuando el paciente no expectora, tiene que hacer una broncoscopia para obtener la muestra que se analizará. Cuando hay líquido en la pleura se convierte en una biopsia pleural.
La prueba Mantoux, también denominada prueba cutánea PPD o tuberculina, tiene algunas indicaciones, pero en el 20% de los casos puede dar falsos positivos (en caso de haber sido vacunados con BCG o vacuna contra la tuberculosis) y falsos negativos en pacientes inmunosuprimidos.
Tratamiento
Existen varios protocolos de tratamiento. El más común hoy en día se hace en corto plazos de 6 meses, los primeros dos con cuatro fármacos (isoniazida, rifampicina, etambutol y recuerdan a las personas) y 4 meses con dos fármacos (isoniazida y rifampicina).
En caso de resistencia, o en pacientes inmunosuprimidos o en lugares extrapulmonares, se puede hacer una combinación de otros fármacos o tratamientos más prolongados.
Siempre es recomendable hacer un estudio de los contactos (miembros de la familia que viven con el paciente), que en algunos casos se extiende a otras personas en su entorno.
Es importante saber que, después de 15 días del inicio del tratamiento, el paciente ya no es contagioso.
Previsión
Si la diagnosis de la tarde-etapa y el tratamiento inicial se hacen correctamente, el pronóstico es muy bueno y la enfermedad se puede curar generalmente.
Asesoramiento preventivo
Es importante que consulte a su médico en caso de sospecha de contacto con la enfermedad, especialmente si ha notado alguno de los síntomas expuestos.